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Asesinan a odontólogo, agreden a hermano de edil electa y hallan cuerpo en naranjal

  • Carlos e Carreon Valencia
  • 28 jul
  • 2 Min. de lectura

Veracruz, México – La violencia en Veracruz ha alcanzado niveles alarmantes, desafiando las declaraciones de la gobernadora morenista Rocío Nahle García, quien sostiene que la seguridad en la entidad ha mejorado y que "está de moda" visitar la región. Sin embargo, las recientes tragedias han dejado una profunda huella en la comunidad.


Durante el fin de semana, Veracruz se vio sacudido por una serie de incidentes violentos que han dejado a la población en estado de shock. Uno de los casos más impactantes fue el hallazgo del cuerpo de Irma Hernández Cruz, una maestra jubilada y taxista de 62 años, quien había estado desaparecida durante seis días tras ser secuestrada por un grupo armado en Álamo. Su trágica muerte se suma a la de Dulce Hortensia Tolentino, de 41 años, cuyo cuerpo fue encontrado semienterrado en un naranjal en la misma localidad.


La desaparición de Tolentino Hernández coincide con la de otras tres mujeres en la zona norte de Veracruz, generando un sentimiento de incertidumbre y miedo entre las familias locales. La Comisión Estatal de Búsqueda ha emitido alertas sobre estos casos, pero la respuesta parece insuficiente ante la creciente ola de violencia.


El 20 de julio se reportó la desaparición de Kelly Astrid Mateo Vázquez, de 16 años en Tihuatlán, y Carmen Dahy Sánchez Luna, de 27 años en Poza Rica. A esto se suma la desaparición de Berenice Guillén Melche, jefa de la oficina de Hacienda del estado, quien fue localizada recientemente, pero cuya ausencia generó preocupación en la comunidad.


El sábado, la violencia continuó en Poza Rica, donde un subcoordinador del Centro de Readaptación Social de Tuxpan fue secuestrado por hombres armados. Además, en un ataque en Tuxpan, un grupo armado emboscó a un taxista, hiriendo a un pasajero y privando de su libertad al conductor. La respuesta de las autoridades incluyó operativos de seguridad con helicópteros y drones, aunque su efectividad sigue siendo cuestionada.


El domingo, la jornada violenta culminó con el asesinato de Joel Méndez López, hermano de la alcaldesa electa de Amatlán de los Reyes, quien fue atacado mientras se encontraba en un estadio de béisbol en Córdoba. Su muerte ha intensificado la preocupación sobre la seguridad en espacios públicos.


La Fiscalía General del Estado ha iniciado investigaciones, pero hasta el momento, no se han identificado a los agresores. La creciente impunidad y la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades generan un clima de desconfianza entre los habitantes de Veracruz, que claman por una solución efectiva a la crisis de seguridad.


La situación actual plantea un desafío significativo para las autoridades estatales y federales, quienes deberán tomar medidas urgentes para restaurar la seguridad y la confianza de los veracruzanos. En un momento en que la violencia parece estar en aumento, las promesas de seguridad se enfrentan a una dura realidad que exige atención inmediata.

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