El 97% de madres buscadoras en México sufre violencia por su labor, denuncia Amnistía Internacional
- Carlos e Carreon Valencia
- 9 jul
- 2 Min. de lectura
Ciudad de México – La búsqueda de personas desaparecidas en México tiene un rostro predominantemente femenino. Un informe reciente de Amnistía Internacional (AI) revela que el 97% de las mujeres que participan en estas labores enfrentan violencias y afectaciones severas, en un contexto donde el Estado ha mostrado una alarmante desatención.
El informe titulado "Desaparecer otra vez: violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México" documenta un patrón de agresiones que afecta desproporcionadamente a estas mujeres, quienes, según cifras oficiales, representan aproximadamente el 90% de quienes buscan a sus seres queridos en un país con más de 130,000 personas desaparecidas.
Esteban Beltrán, director de AI España, destacó la urgencia de abordar este fenómeno con una perspectiva de género. “Las mujeres son las que buscan a los hombres desaparecidos”, explicó, enfatizando que, a pesar de su invaluable labor, muchas veces se ven obligadas a enfrentarse a las autoridades que deberían estar apoyándolas.
El informe, basado en una encuesta a 661 mujeres buscadoras, señala que el 45% ha recibido amenazas, el 39% ha enfrentado extorsiones, y un 27% ha sido víctima de ataques. Además, el 60% ha experimentado un deterioro en sus relaciones familiares y un 70% ha sufrido afectaciones en su salud física y mental.
Beltrán también subrayó la carga adicional que enfrentan estas mujeres, quienes a menudo deben asumir el rol de proveedoras y cuidadoras de sus familias. “Compaginan su labor de madre y esposa con la búsqueda, algo que no ocurre con los hombres”, comentó.
El informe señala que la estigmatización y revictimización de estas mujeres por parte de las autoridades y su entorno social es un problema significativo, afectando su bienestar emocional y su capacidad para continuar con la búsqueda de sus seres queridos.
Amnistía Internacional insta al gobierno mexicano a reconocer a las mujeres buscadoras como defensoras de derechos humanos y a proporcionarles la protección necesaria. En su declaración, Beltrán afirmó: “Cuando estas mujeres buscan, sustituyen al Estado, que es el que realmente debería investigar lo que está ocurriendo”.
El informe concluye con una crítica a las deficiencias del Mecanismo de Protección a personas defensoras en México, destacando casos en los que las medidas de seguridad, como botones de pánico, no han funcionado adecuadamente.
Ante la creciente crisis de desapariciones en el país, el llamado a la acción es claro: es hora de que el Estado reconozca y apoye a estas mujeres, que son el rostro de la esperanza y la resistencia en la búsqueda de justicia en México.




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