Estados Unidos anuncia nuevos aranceles del 35% a productos canadienses en medio de tensiones comerciales
- Carlos e Carreon Valencia
- 10 jul
- 2 Min. de lectura
El presidente de Estados Unidos ha enviado una carta al primer ministro de Canadá, Mark Carney, donde destaca la relevancia de la relación comercial entre ambos países, a pesar de las crecientes tensiones por políticas arancelarias y la crisis del fentanilo. A partir del 1 de agosto de 2025, se impondrá un arancel del 35% sobre los productos canadienses, una medida que refleja la complejidad de este vínculo comercial.

La misiva del presidente estadounidense se produce en un contexto de tensiones crecientes, tras las represalias financieras que Canadá ha impuesto en respuesta a los aranceles estadounidenses. Estas tarifas fueron implementadas para abordar el flujo de fentanilo que ha afectado gravemente a la salud pública en EE. UU., exacerbando una crisis que ha cobrado miles de vidas.
El nuevo arancel del 35% no solo afecta a los bienes canadienses, sino que también busca incentivar la producción local. El presidente ofreció una exención para las empresas canadienses que decidan establecer su manufactura en Estados Unidos, prometiendo un proceso de aprobación ágil y eficiente para facilitar su operación en el país.
Además, la carta destaca otros desafíos en la relación comercial, como las tarifas extremadamente altas que Canadá aplica a los productos lácteos estadounidenses, que pueden alcanzar hasta el 400%. Estas políticas han contribuido a un déficit comercial que el presidente considera una amenaza para la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos.
Los analistas económicos han expresado su preocupación por el impacto que estos nuevos aranceles pueden tener en la relación bilateral y en la economía global. Se prevé que las empresas afectadas busquen alternativas para mitigar el impacto financiero, mientras que las tensiones podrían escalar si Canadá decide responder con nuevas tarifas.
La carta del presidente subraya la necesidad de un diálogo continuo y constructivo entre Estados Unidos y Canadá para abordar los desafíos comerciales y de seguridad que enfrentan. A medida que ambos países navegan por estas aguas turbulentas, el futuro de su relación comercial dependerá de su capacidad para encontrar soluciones efectivas y mutuamente beneficiosas.




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